El cuadro dirigido por André Jardine tuvo una dura prueba durante su debut en la Leagues Cup.
Si esto no es una crisis para el América, sin duda se le parece mucho. Las fallas en su defensa siguen siendo una constante, y lo que ocurre en la Liga MX se traslada ahora a la Leagues Cup.
Para André Jardine, quizás no sea el momento de alarmarse, pero será interesante saber entonces qué lo sería. A pesar de lograr el empate 2-2 en el último suspiro, los penales fueron su castigo: Real Salt Lake no perdonó y se impuso 3-1.
El debut del equipo azulcrema no ofreció señales de mejoría. De hecho, sus carencias parecen acentuarse, sin una solución clara en el horizonte. Jardine apostó por una alineación que prometía más control en la media cancha y mayor profundidad por los costados, pero sus intenciones no se reflejaron en la cancha. El América atraviesa un momento oscuro, y cada partido parece una nueva caída.

América pudo darle la vuelta
Un error costoso de Israel Reyes terminó siendo determinante. El zaguero cometió una falla temprana que Diego Luna aprovechó para abrir el marcador a favor del conjunto estadounidense. Se esperaba una reacción fuerte de los de Coapa, pero en los últimos tiempos les cuesta mucho generar fútbol ofensivo consistente.
Hubo algunos intentos. Álvaro Fidalgo estuvo cerca de empatar, pero su disparo fue desviado por el arquero Rafael Cabral, que tuvo una actuación sólida. La situación empeoró con la salida por lesión de Sebastián Cáceres, aunque llegó un respiro antes del descanso: Brian Rodríguez marcó con un preciso tiro libre al minuto 41.
Pero el alivio fue efímero. En el tiempo añadido, otro descuido en la defensa, con Reyes y Kevin Álvarez mal posicionados, permitió que Agada cabeceara al travesaño; en el rebote, con Luis Malagón vencido, Zavier Gozo empujó el balón para el 2-1 parcial.
Durante el complemento, Jardine intentó cambiar el rumbo con variantes: Alexis Vega ingresó por Cristopher Violante, más tarde Henry Martín y Zúñiga reemplazaron a Rodríguez y Aguirre. Pero las modificaciones no trajeron el cambio deseado: el equipo sigue sin mostrar evolución.
Los estadounidenses estuvieron cerca del tercero, pero Malagón logró mantener viva la esperanza con un par de atajadas. La última gran oportunidad fue de Alejandro Zendejas, quien se topó nuevamente con Cabral, perdiendo el empate que pudo cambiar la historia.