El organismo rector del futbol sudamericano dio su veredicto este jueves contra el equipo argentino.
Independiente ha sido oficialmente excluido de la Copa Sudamericana 2025 debido a los graves disturbios protagonizados por sus seguidores, lo que llevó a la suspensión del partido de octavos de final ante Universidad de Chile, celebrado hace dos semanas en Buenos Aires, según anunció este jueves la Conmebol.
Además de la eliminación, el club argentino deberá disputar sus próximos 14 encuentros internacionales organizados por la Conmebol sin público –siete como local y siete como visitante– y fue sancionado con una multa económica de 250 mil dólares, junto con otras penalizaciones estipuladas en el fallo, al que tuvo acceso la AFP.
Por su parte, el conjunto chileno fue beneficiado con el pase directo a los cuartos de final, donde se medirá con Alianza Lima de Perú. No obstante, también fue multado, en su caso con 270 mil dólares, y se le prohibió contar con hinchada en sus siguientes 14 partidos en torneos internacionales.

La declaración fue oficial
El fallo advierte que en caso de reincidir, ambas instituciones enfrentarán castigos aún más severos. Asimismo, se les exigió desarrollar campañas activas tanto en redes sociales como en sus estadios, promoviendo mensajes contra el racismo, la violencia y la discriminación.
El fatídico partido, correspondiente al duelo de vuelta de los octavos de final, tuvo lugar el pasado 20 de agosto en el estadio Libertadores de América. Los disturbios comenzaron en las gradas y obligaron al árbitro uruguayo Gustavo Tejera a suspender el encuentro al minuto 48, tras detectar una escalada de violencia con el uso de palos, cuchillos e incluso explosivos caseros por parte de las barras bravas.
Pocos minutos después, la Conmebol oficializó la cancelación a través del sistema de altavoces del estadio, ubicado en el sur de la capital argentina.
Fue en ese momento cuando estalló la peor parte de la violencia: un grupo de hinchas de Independiente cruzó hacia el sector visitante y agredió a los pocos seguidores chilenos que aún permanecían en la tribuna, desatando una ola de brutalidad.
Las escenas fueron impactantes: agresiones físicas, incendios en las butacas e incluso un aficionado que, intentando huir del caos, se lanzó al vacío desde lo alto de la grada.
Como consecuencia de los enfrentamientos, se reportaron al menos 19 personas heridas –dos en estado crítico– y más de 100 detenidos, en su mayoría ciudadanos chilenos, de acuerdo con informes de la Policía argentina.