A lo largo de los años, en el futbol mexicano han pasado jugadores con nacionalidades extrañas.
El fichaje de Aaron Ramsey por los Pumas ha generado un gran revuelo, no solo por su prestigioso paso por clubes como el Arsenal, ni por haber sido pretendido por gigantes como el Liverpool o el Manchester United, sino también por su país de origen. El experimentado mediocampista, nacido en Caerphilly, Gales, suma un nuevo capítulo a la lista de jugadores de nacionalidades poco frecuentes en el fútbol mexicano.
La llegada del galés al conjunto de la UNAM rompe con la tendencia tradicional de fichajes en la Liga MX, donde los refuerzos extranjeros suelen ser mayoritariamente sudamericanos —especialmente de Argentina, Uruguay, Colombia y Chile—. Sin embargo, en la historia reciente del torneo local también han aparecido nombres de países poco habituales, y el arribo de Ramsey refuerza esa lista diversa.
Uno de los casos más recordados es el de Djaniny Tavares, delantero originario de Cabo Verde, quien se convirtió en figura de Santos Laguna desde su llegada en el Apertura 2014. Con los Guerreros, marcó 53 goles en 157 partidos y dejó una huella antes de partir al Al-Ahli de Arabia en 2019.
Más recientemente, en enero de 2025, Cruz Azul sorprendió al fichar al polaco Mateusz Bogusz, un atacante que ya suma 2 goles y 5 asistencias en 22 encuentros con la Máquina.
Otro fichaje peculiar fue el del turco-inglés Colin Kâzım-Richards, quien llegó a Lobos BUAP en el Apertura 2018. Aunque venía con trayectoria en clubes importantes como Fenerbahçe, Galatasaray, Toulouse, Olympiacos y Feyenoord, su rendimiento fue discreto y terminó en el Veracruz de la Liga de Expansión, antes de tener un breve paso por Pachuca.

Nombres que rompieron el molde en la Liga MX
El caso del japonés Keisuke Honda también es memorable. Llegó a Pachuca en el Apertura 2017 y tuvo una actuación destacada: 13 goles y 8 asistencias en 36 partidos. Aunque solo permaneció una temporada, su nombre se ganó el respeto de la afición. Años antes, en 2013, Reiji Sato se convirtió en el primer japonés en jugar en la máxima categoría, con Morelia, aunque su experiencia fue mayormente con las divisiones inferiores.
También destaca la llegada del ghanés Clifford Aboagye a Atlas en 2017. Reconocido por su desempeño en el Mundial Sub-20 de 2013, donde fue Balón de Bronce, se mantuvo en México hasta 2023, jugando también para Querétaro, Tijuana y Puebla.
Otros casos menos duraderos incluyen al bosnio Alen Škoro, quien jugó brevemente con Querétaro en 2010, y al suizo Alessandro Mangiarratti, que tuvo una fugaz aparición con Atlas en 2004, con apenas un partido disputado.