El conjunto de Torrent sorprendió al subcampeón de Europa al sumar su primer punto del torneo.
En una noche mágica en el mítico Rose Bowl, los Rayados de Monterrey lograron un empate que ya se graba con letras doradas en su historia: 1-1 frente al poderoso Inter de Milán en su estreno en el Mundial de Clubes 2025. Más que un punto, el resultado representó coraje, resistencia y un mensaje claro: los equipos mexicanos también pueden competir al más alto nivel.
La ilusión se encendió temprano. Corría el minuto 25 cuando Óliver Torres, con precisión quirúrgica, ejecutó un tiro de esquina al corazón del área. Allí apareció Sergio Ramos, veterano de mil batallas, imponiéndose en el aire para conectar un cabezazo letal que puso el 1-0. El tanto, con aroma a épica, sacudió a propios y extraños: el experimentado central volvía a brillar en un escenario internacional.
Tras el gol, los Rayados optaron por replegarse. El conjunto dirigido por Domènec Torrent cedió el control del juego, y el Inter de Milán comenzó a mostrar su poderío. La posesión pasó a ser completamente italiana, encerrando a los regiomontanos en su propio campo. Fue entonces cuando Esteban Andrada empezó a emerger como figura, con intervenciones clave que sostuvieron a su equipo.
El final del partido fue cardiaco
Sin embargo, tanto insistir tuvo premio para los nerazzurri. En el minuto 42, una jugada de laboratorio dejó libre a Lautaro Martínez en el segundo palo, quien definió con temple para sellar el empate. El 1-1 hacía justicia al dominio italiano en la primera parte.
En el complemento, Torrent buscó respuestas desde el banquillo: ingresaron Erick Aguirre y Nelson Deossa, mientras salían Óliver Torres y Ricardo Chávez. Los ajustes revitalizaron a los mexicanos, que aunque seguían sin el balón, lograron contener mejor al rival y generar peligro. La ocasión más clara llegó al minuto 63, cuando Sergio Canales sacó un zurdazo desde fuera del área que estremeció el poste y estuvo cerca de convertirse en un gol memorable.
El pitazo final selló un empate con sabor a gesta. Rayados resistió al embate de un gigante europeo y dejó claro que no llegó al torneo a ser espectador. Su camino en el Mundial de Clubes apenas comienza, pero este punto ante Inter de Milán ya forma parte de su leyenda.
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