Los colchoneros debían ganar con mayor diferencia de goles
Pese a imponerse por la mínima ante Botafogo, el Atlético de Madrid no logró avanzar a los Octavos de Final del Mundial de Clubes 2025, quedando eliminado en la fase de grupos debido a una desfavorable diferencia de goles.
Con seis puntos, los mismos que sumaron el club brasileño y el Paris Saint-Germain, el equipo dirigido por Diego Simeone terminó en la tercera posición del Grupo B. La clasificación se definió por la diferencia de goles: Atleti cerró con -1, mientras que Botafogo y el PSG terminaron con +1 y +5 respectivamente.
Una sucesión de decisiones arbitrales cuestionadas
El paso de los colchoneros por el torneo estuvo marcado por polémicas arbitrales que, según muchos, jugaron en su contra. Entre las jugadas más discutidas se encuentran:
- La posible expulsión de Nuno
- Un gol anulado a Julián Álvarez
- La tarjeta roja a Clément Lenglet
- El penal cometido por Robin Le Normand en el debut
- Dos penales no sancionados sobre Julián Álvarez en el tercer partido
- Un penalti sobre Giuliano Simeone que quedó sin revisión en el segundo encuentro
- Una falta previa muy discutida de Sørloth que invalidó una jugada clave
Todas estas decisiones terminaron perjudicando al equipo madrileño, que no recibió una sola sanción favorable en momentos clave. Para muchos, más que coincidencia, fue una cadena de injusticias.
Falta de ambición desde el inicio
La eliminación deja un sabor amargo en un equipo que, aunque remontó durante la temporada, llegó al torneo sin refuerzos significativos pese a conocer de antemano que competiría contra el campeón de la Champions League y el de la Copa Libertadores.
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La falta de inversión en la plantilla fue evidente incluso antes de partir a Estados Unidos. Con más de 50 partidos en la temporada, las debilidades del equipo eran claras, pero fueron ignoradas al momento de afrontar esta nueva competición.
Un adiós sin haber llegado
A pesar de mostrar carácter y algo de orgullo sobre el campo, el Atlético de Madrid apenas generó una ocasión clara, desperdiciada de cabeza por Alexander Sørloth. Del otro lado, una intervención de Jan Oblak ante Igor Jesus evitó males mayores. El gol de Antoine Griezmann, que llegó tarde, no fue suficiente para revertir la situación.
Con eso, el conjunto rojiblanco se marcha del torneo sin dejar huella, en una edición que pudo haber sido histórica… pero que terminará siendo olvidada rápidamente.
