En un vibrante duelo con expulsiones en ambos clubes, xeneizes y águilas dividieron unidades en el Grupo C.
Cuando todo indicaba que Boca Juniors sería el principal representante de América en el Mundial de Clubes de la FIFA, dos compatriotas frustraron sus aspiraciones: fueron argentinos, pero con la camiseta del Benfica, quienes sellaron un empate 2-2 en el Hard Rock Stadium, en el debut de ambos equipos en el torneo.
Boca tomó ventaja, pero no supo sostenerla
Con el objetivo de posicionarse como un firme contendiente al título, Boca Juniors salió con determinación y rápidamente tomó el control del partido. A los 20 minutos, el marcador se abrió gracias a Miguel Merentiel, quien definió un gran centro de Lautaro Blanco, quien además dejó una jugada para el recuerdo con un caño sobre Florentino. Solo unos instantes después, los argentinos ampliaron la ventaja: tras un tiro de esquina ejecutado por Zenón, el balón fue peinado por Ayrton Costa y luego empujado al fondo de la red por Rodrigo Battaglia, para el 2-0.
Benfica despertó con ayuda de sus propios
La comodidad en el marcador pareció jugarle en contra al cuadro xeneize. Las imprecisiones defensivas comenzaron a aparecer, y la intensidad con la que jugaban se transformó en brusquedad. A los 45 minutos, Ander Herrera recibió una tarjeta roja directa, dejando a Boca con 10 hombres justo antes del descanso.
Minutos después, otro error comprometió aún más al equipo sudamericano. El mediocampista Carlos Palacios cometió una falta dentro del área sobre Nicolás Otamendi, en una jugada que fue revisada en el VAR por el árbitro mexicano César Ramos Palazuelos. Tras la revisión, se confirmó la pena máxima y el encargado de ejecutarla fue nada menos que Ángel Di María, quien se lució con su disparo para descontar y dejar el marcador 2-1 antes del entretiempo.
Tensión, errores y más expulsiones
La segunda mitad del encuentro no bajó de intensidad. A los 72 minutos, el delantero Andrea Belotti vio la tarjeta roja luego de una dura entrada sobre Costa, en otra acción que también requirió revisión del VAR.
La situación para Boca Juniors empeoró con dos fallos decisivos: el primero fue en la marca durante un tiro de esquina, donde Otamendi apareció sin oposición para conectar el empate. El segundo fue una expulsión a pocos minutos del final: el defensor Jorge Figal fue enviado a las duchas al minuto 88, en otra decisión ratificada por la tecnología arbitral. Pese a las protestas del conjunto argentino, la decisión del árbitro Ramos Palazuelos se mantuvo, cerrando un partido vibrante y lleno de tensión.
