Debido a la queja que hicieron los equipos, la FMF tomó medidas radicales.
Las consecuencias no tardaron en llegar para los diez equipos de la Liga de Expansión MX que decidieron presentar una nueva queja formal ante el Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS), en contra de la Federación Mexicana de Futbol (FMF) y la Liga MX, como parte de su exigencia para que se restablezca el sistema de ascensos y descensos en el fútbol profesional mexicano.
Desde el entorno federativo, esta acción fue interpretada como una especie de motín, y la respuesta fue rápida y severa. En una jugada que muchos han calificado como punitiva y premeditada, se les retiró de forma sorpresiva —y sin aviso previo— el subsidio mensual de 2 millones de pesos que estos clubes venían recibiendo desde 2020. La decisión se ejecutó en mayo, justo después de que los equipos decidieran acudir a instancias internacionales ante el silencio de los dirigentes nacionales.
Antes de llevar el conflicto al plano internacional, los equipos involucrados intentaron resolver el asunto por la vía institucional, enviando un par de misivas a las autoridades correspondientes. Sin embargo, al no obtener respuesta, optaron por escalar la disputa legal.
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— Federación Mexicana de Futbol (@FMF) May 20, 2025
Duro golpe de la FMF a equipos de expansión
Esta represalia económica pone en una situación delicada a instituciones como Atlante, Atlético La Paz, Cancún FC, Atlético Morelia, Cimarrones, Alebrijes, Mineros, Mérida, Leones Negros, y Tampico Madero, todas ellas ahora inmersas en una batalla judicial para recuperar un lugar en la élite del balompié nacional. La incertidumbre financiera crece, y el panorama sugiere que, si quieren competir en la Liga MX, tendrán que explorar alternativas distintas al ascenso deportivo.
Por su parte, la FMF, que lleva años sin establecer un calendario claro para el retorno del ascenso y descenso, volvió a insistir en que dicha reinstauración no dependerá exclusivamente de logros deportivos. También advirtió que existen opciones como la venta directa de plazas para llegar al Máximo Circuito, lo que sugiere que la ruta hacia la Primera División sigue siendo, más que meritocrática, una cuestión de recursos y estructura.
