Los de Oklahoma se quedan con el primer título desde que se mudó la franquicia
Alcanzar la gloria no es tarea sencilla. Cada paso hacia el campeonato implica entrega y dolor. Pero el esfuerzo tuvo recompensa: la ciudad de Oklahoma City celebra haber alcanzado la cima del baloncesto mundial. El Thunder conquistó su primer título de la NBA al imponerse con autoridad 103-91 frente a los Indiana Pacers en un intenso Juego 7 que definió la serie final.
Pocas situaciones generan tanta adrenalina en el deporte como un séptimo y definitivo partido. Con todo en juego y sin margen de error, el Paycom Center fue escenario de un espectáculo vibrante lleno de tensión, emoción y júbilo. La figura estelar de la noche fue Shai Gilgeous-Alexander, quien firmó una actuación memorable con 29 puntos, 5 rebotes, 12 asistencias, un robo y 2 bloqueos, llevándose tanto el trofeo Larry O’Brien como el premio Bill Russell al Jugador Más Valioso de las Finales.
Del lado contrario, los Pacers lucharon con valentía, aunque las circunstancias jugaron en su contra. El golpe más duro llegó en el primer cuarto, cuando Tyrese Haliburton, que ya lidiaba con molestias en la pantorrilla derecha, sufrió una lesión aún más seria al intentar una jugada individual. Su cuerpo no respondió y cayó dolorido al suelo, presa del sufrimiento y la desesperación. Fue auxiliado por sus compañeros, el entrenador Rick Carlisle y el cuerpo médico, y retirado del partido de inmediato, lo que significó el final anticipado de su participación.

Thunder consigue su primer título desde el cambio de franquicia
Impulsados por el deseo de honrar a su compañero lesionado, los Pacers dieron todo lo que les quedaba. Cerraron la primera mitad con una ligera ventaja de 48-47, pero el desgaste empezó a notarse en la segunda parte. Las pérdidas de balón comenzaron a acumularse y Oklahoma City aprovechó para distanciarse, especialmente en un tercer cuarto letal en el que sumaron 14 puntos más que su rival.
Aunque en los últimos minutos los Pacers intentaron un último empuje, reduciendo la diferencia a 10 puntos, el Thunder ya no cedió terreno. Jalen Williams aportó 20 puntos y Chet Holmgren sumó 18 unidades y 8 rebotes, cumpliendo un papel fundamental en el respaldo a Gilgeous-Alexander. A pesar del esfuerzo de Pascal Siakam, quien logró 16 puntos y 4 rebotes, y del impacto de Bennedict Mathurin, autor de 24 puntos desde el banquillo (incluidos 10 desde la línea de tiros libres), la remontada nunca se concretó.
Desde su llegada a OKC en 2019 como parte del intercambio que envió a Paul George a los Clippers, Shai Gilgeous-Alexander ha sido objeto de debate por su estilo agresivo y físico. Sin embargo, logró lo que leyendas como Kevin Durant, Russell Westbrook y James Harden no pudieron lograr en 2012: entregar un campeonato a la ciudad. Hoy, el canadiense se consagra como el rostro de una franquicia que finalmente tocó el cielo.